Manifiesto
Sobre pintar
Cuando pinto lo más importante es el proceso, el resultado se da de manera natural de acuerdo a las circunstancias del ambiente en el que estoy y las personas con las que comparto.
Creo que el hecho de dedicarse al arte es hoy en día un acto de rebeldía. Mis objetivos al pintar afuera son vincularme con la comunidad, así como sembrar en las y los espectadores un interés por el arte, un sentido de pertenencia y un deseo de valorizar y mejorar los espacios urbanos donde me encuentro.
Cuando pinto afuera yo también me enriquezco de la experiencia, además de desarrollar una actividad contemplativa las personas me comparten sus ideas, historias, secretos y palabras de apoyo para mi pintar afuera es una actividad revitalizando y una invitación a vincularnos con el mundo.
Pintar en vivo o “retratar la luz”, como me gusta llamarle, nos permite apreciar el elemento más importante de la naturaleza. Lo que hace único a este planeta, a la vida como la conocemos y a nuestra propia existencia: la luz solar. Para mí, su efecto es tangible y espiritual a la vez. Pintar en vivo me proporciona un estado de atención propio de la meditación, al hacerlo, mi noción del tiempo cambia y me siento libre.
Considero que me queda mucho por experimentar y aprender en torno a la idea de la luz, el tiempo y el espacio.
“I prefer being a “picture maker” for ordinary people, rather than becoming a maker of Art of Art’s Sake” Alphonse Mucha.